Una organización NO puede ser estúpida en el mundo de la Inteligencia (Artificial)
29 octubre 2024En la actualidad, el objetivo principal de las organizaciones y de los propios individuos no es solo sobrevivir, sino prosperar en un entorno cada vez más dinámico y competitivo. Durante la VII Jornada de Innovación basada en la Vigilancia e Ideación organizada por InTool, tuvimos el honor de contar con Javier Martínez Aldanondo, socio de Cultura y Aprendizaje en Knowledge Works, quien nos ofreció una ponencia fascinante sobre la inteligencia organizacional. Aquí comparto las ideas clave que expuso y cómo pueden transformar la manera en que entendemos la innovación.
Las empresas necesitan un cerebro organizacional
Tradicionalmente, hemos pensado que la inteligencia depende de la cantidad de información que poseemos. Sin embargo, la inteligencia organizacional no se basa en «saber muchas cosas», sino en la capacidad de anticiparse a lo que viene. Las organizaciones que logran prever escenarios futuros pueden tomar decisiones más informadas y adaptarse rápidamente, manteniendo así su relevancia en el mercado.
En este sentido, las empresas necesitan su propio «cerebro organizacional» o área de inteligencia, que permita gestionar y aprender tanto lo que ya saben como lo que no conocen.
De la adaptación al aprendizaje proactivo.
La adaptación al cambio es un concepto ampliamente comentado en el mundo empresarial pero este enfoque ya no es suficiente. Además de reaccionar cuando los cambios ya son evidentes, las empresas deben apostar por la predicción y la anticipación. Esto implica, además de observar el presente, captar señales tempranas que les permitan prepararse para el futuro.
Es decir, la inteligencia organizacional consiste en aprender del entorno antes de que los problemas surjan y en desarrollar mecanismos para adaptarse a los cambios, desde una posición de ventaja y preparación.
Organizaciones inteligentes
Pero, ¿Cuál es el reto actual?
Se trata de desarrollar organizaciones inteligentes que, al igual que las personas, puedan tomar decisiones acertadas basadas en el conocimiento. Esto requiere aprender continuamente, ya que el conocimiento caduca de manera rápida. Para ser competitivas, las empresas deben asegurarse de aprovechar al máximo el conocimiento que ya tienen, optimizando sus procesos y anticipándose al futuro en lugar de sólo reaccionar.
Cuanto mayor sea la necesidad de inteligencia, mayor será la necesidad de conocimiento y aprendizaje. Al igual que el cerebro humano registra nuevas experiencias, las organizaciones deben registrar lo aprendido para no perder oportunidades de mejora. Solo aquellas que valoran el aprendizaje y fomentan una cultura de innovación podrán mantenerse relevantes en un entorno cambiante.
Tres ámbitos clave para potenciar la inteligencia en las empresas.
- Aprender del futuro: No podemos esperar a que los problemas lleguen para reaccionar. Es crucial anticiparse y prepararse. “Si quieres saber dónde vas, tienes que saber de dónde vienes”. Si no tenemos pasado para afrontar el futuro, debemos intentar predecir posibles escenarios. Una organización inteligente necesita una red de sensores que le informe sobre lo que está ocurriendo, permitiendo anticiparse y preparar respuestas adecuadas. Esto incluye imaginar escenarios posibles y prepararse para ellos, así como fomentar una cultura en la que los errores se consideren parte del proceso de innovación y aprendizaje.
- Aprendizaje colectivo: La inteligencia no está en las neuronas, sino en la conexión entre ellas. De la misma manera, una organización aprende cuando las personas se conectan entre sí y comparten conocimiento. El conocimiento individual se convierte en conocimiento organizacional cuando se distribuye entre los miembros de la empresa. Esto se logra generando rutinas de conexión entre personas y equipos. Sin colaboración, no hay conocimiento. La inteligencia de una organización es proporcional a la fortaleza de las conexiones entre sus miembros. El liderazgo tiene un papel crucial en facilitar estas conexiones, reforzarlas y asegurar que el conocimiento fluya adecuadamente.
- Aprovechar el Aprendizaje Digital: La irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) está transformando la forma en que gestionamos el conocimiento. La IA permite sistematizar, capturar, organizar y reutilizar el conocimiento, haciéndolo accesible para todos. La promesa de la IA es automatizar tareas, asistir en la toma de decisiones y crear nuevas soluciones. El conocimiento sistematizado se convierte en un activo valioso, ya que puede ser reutilizado y optimizado. La IA es tan efectiva como los datos que utiliza para entrenarse, y por eso es fundamental capturar el conocimiento de la empresa de manera rigurosa. La empresa debe tener tanto un «cerebro físico» —personas que actúen como neuronas— como un «cerebro virtual» —un sistema que recoja todo el conocimiento disponible para que cualquiera pueda aprovecharlo cuando lo necesite.
El doble cerebro de la organización, las personas y la tecnología.
La inteligencia organizacional necesita tanto un cerebro físico —compuesto por las personas y sus conexiones— como un cerebro virtual que gestione y almacene el conocimiento colectivamente. Este modelo híbrido facilita el acceso al conocimiento acumulado y ayuda a la organización a construir sobre aprendizajes previos.
El futuro de las organizaciones inteligentes
Las empresas no solo necesitan contar con personas inteligentes o incorporar tecnologías avanzadas; su verdadero desafío es convertirse en organizaciones inteligentes, capaces de adaptarse, innovar y prosperar en un entorno en constante cambio. La fiebre por la inteligencia artificial refleja la creciente centralidad de la inteligencia en el ámbito empresarial. Aprovecharla de manera adecuada será fundamental para sobresalir en los próximos años.
Como bien concluyó Javier en su ponencia, el éxito en el mundo actual radica en aprender continuamente y en transformar ese aprendizaje en acción, creando así organizaciones cada vez más competitivas e inteligentes.
InTool , como herramienta de vigilancia e inteligencia, complementa la visión del doble cerebro organizacional, por una parte facilita la sistematización de la información, funcionando como una extensión del cerebro virtual. Por otro lado, InTool fomenta la conexión entre equipos para la gestión del conocimiento, reforzando las conexiones del cerebro físico, lo cual es clave para transformar la inteligencia individual en organizacional y garantizar una buena gestión del conocimiento.
Espero que esta reflexión te inspire a replantearte la importancia de la inteligencia en tu organización. Convertir la información en conocimiento y el conocimiento en aprendizaje constante es lo que hará que las empresas del futuro sean realmente sostenibles y exitosas.