Como ya vimos en publicaciones anteriores, el proceso de la vigilancia e inteligencia comienza con la identificación de las necesidades y objetivos específicos que tiene la organización, seguido de la integración de fuentes de información y la aplicación de filtros para separar lo relevante de lo trivial. Sin embargo, el verdadero arte de transformar la información en valor estratégico se revela en la figura del analista. 

Los filtros son herramientas esenciales para reducir el volumen de información, ayudando a ordenar y clasificar la información. Sin embargo, es el analista quien interpreta y valida la información y asegura que la información cumpla con los objetivos establecidos en cada área de vigilancia. Su papel es asegurar que la información cumpla con criterios establecidos y se alinee con los objetivos estratégicos de cada área de vigilancia. 

Además, el analista desempeña un papel clave en el mantenimiento de las fuentes de información y los filtros. Es responsable de identificar y actualizar aquellas fuentes que sean relevantes, eliminar las que introduzcan ruido e ir ajustando los filtros para mejorar continuamente el sistema. Como un cocinero que selecciona los mejores ingredientes y descarta los que no aportan sabor para conseguir el plato perfecto, el analista asegura que solo lo más valioso nutra el sistema. 

Pero su labor no termina ahí. Algunas veces la información que llega al sistema está incompleta, pues es el analista quien asegura de que la información estratégica sea legible, accesible y gestionable para los usuarios.  

El analista, por lo tanto, es mucho más que un validador de información; es un estratega que transforma la información en conocimiento y el conocimiento en ventaja competitiva. Su rol es esencial para garantizar que el sistema de vigilancia no sea simplemente un acumulador de información, sino un motor de inteligencia que impulsa a las organizaciones hacia sus objetivos estratégicos.  

Por último, no podemos dejar de mencionar cómo la Inteligencia Artificial (IA) puede potenciar la labor del analista, ayudando a agilizar el proceso de validación de la información. Herramientas avanzadas automatizan tareas repetitivas, identificar patrones más complejos y aumentar la precisión del análisis. Sin embargo, exploraremos más a fondo esta funcionalidad en futuras publicaciones.