¡Ya es Navidad! Ese momento del año en que los turrones invaden los supermercados y la agenda empieza a llenarse de cenas, compras y reuniones familiares.
Tras un año de trabajo arduo, las fiestas navideñas no solo son un respiro merecido, sino también una oportunidad para aplicar principios de la vigilancia e ideación con un toque festivo.
Desde decidir qué receta innovadora sorprenderá a tus invitados en la cena de Navidad hasta detectar las tendencias que dominarán las listas de regalos.
Incluso las charlas informales en las comidas navideñas pueden convertirse en valiosas fuentes de información. Entre anécdotas y brindis, pueden surgir ideas brillantes o perspectivas frescas que no habías considerado antes.
Y, por supuesto, recuerda que el proceso de vigilancia e ideación también incluye descansar y recargar energías. La Navidad nos recuerda que incluso los mejores estrategas necesitan pausas para reflexionar, compartir y celebrar.
¡Así que adelante! Llena tus vacaciones de propósito, creatividad y reflexión. Porque, al igual que en el proceso de vigilancia e ideación, la Navidad sirva de inspiración para abrir nuevos caminos y, por qué no, con la txapela de Olentzero.